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Más allá de la pandemia: el ser humano y los problemas del mundo actual

Actualizado: 12 may 2022


Es evidente que vivimos momentos de crisis en diversos aspectos, no solo tenemos la percepción de que el tiempo se ha acelerado, sino también que hay muchos otros aspectos que han sufrido esta alteración, los cambios climáticos, los desordenes sociales, los desplazamientos de personas, son algunos de los muchos aspectos que día a día adquieren mayor velocidad y forman parte de esto que llamamos crisis.


Durante los siglos XIX y XX se entendió el desarrollo como progreso indefinido donde lo anterior era necesariamente inferior a lo posterior y así se impuso un sentido de progreso muy vinculado a la caducidad. Si las cosas cambian más rápido es porque estamos progresando.


El mejor ejemplo de progreso era entonces la fabricación de artefactos con un período de caducidad cada vez menor, si algo queda superado por lo que viene, eso era signo evidente de progreso. Cada nuevo modelo es mejor que el anterior y las personas deben perseguir, como el burro a la zanahoria, siempre el último modelo.

La sociedad de consumo


Por eso no solo los artefactos debían tener una duración corta, también se contagió con eso todas las esferas humanas, ese fue el motor de la sociedad de consumo. Se desató una fiebre de consumo cada vez mayor donde el crecimiento de la avidez y ambición son considerados virtudes.


Uno de los objetivos de la filosofía de los clásicos ha sido siempre el logro para la persona de un estado de equilibrio emocional mediante la disminución de deseos y pasiones y de una fortaleza del alma que permita enfrentar la adversidad. Mediante esta ataraxia, se busca la paz y tranquilidad.


La sociedad de consumo va justo en sentido contrario. Si una persona se siente en paz en su vida y no quiere aumentar sus deseos porque sabe que ellos no tienen límite, eso se considera un “pecado mortal” ya que es una persona que carece de ambiciones.

El estado deseable para mantener la máquina de la sociedad de consumo funcionando es el de personas con deseos sin medida, llenas de ambiciones que surgen de una gran vanidad donde todo lo que tienen lo consideran poco para ellos, esta persona es la que siempre está detrás de “lo último” sin preguntarse si es necesario, si es mejor y a veces ni siquiera si es correcto.


Este incremento de la velocidad donde nunca llegamos a un puerto seguro sino que siempre estamos deambulando y ni siquiera ya sabemos si es que alguna vez vamos a llegar a alguna parte, es lo que nos trae la percepción de crisis.


Hay un grave conflicto entre el Alma humana que siempre está en busca de lo permanente o por lo menos más perdurable y estos deseos sin medida que quieren cambiar siempre. Las emociones son pasajeras y los sentimientos perdurables. Las opiniones son pasajeras y los conocimientos perdurables. Lo natural es que lo que determine y guíe la vida del ser humano sea lo perdurable y lo transitorio sea el colorido del paisaje.


A modo de ejemplo, dos personas pueden vivir el amor de pareja a lo largo del tiempo, eso es un sentimiento, esto no invalida que este sentimiento pueda ser coloreado con diferentes emociones, todo lo contrario, sirven para dar más impulso a una relación, pero ellas son de corta duración. Cuando lo que gobierna son las emociones, como es su propia naturaleza, se acaban en corto tiempo y con ellas “se termina todo” y comienza una carrera desbocada a buscar reproducir las emociones con nuevas experiencias.

Del pleistoceno al antropoceno


De acuerdo con la historia geológica, los dos últimos períodos del Cuaternario son el Pleistoceno y el Holoceno.


El Pleistoceno que habría comenzado más o menos hace 1,8 millones de años es cuando se desarrollan las glaciaciones y es la época de los grandes mamíferos, pero también es conocido como la era del hombre porque es allí, de acuerdo a la Antropología, cuando comienza la evolución de los seres humanos. El término Pleistoceno fue inventado por Charles Lyell para definir el período en el que se encuentra un registro fósil de organismos biológicos modernos. Al final del Pleistoceno se fueron extinguiendo los grandes mamíferos quedando la fauna como la de hoy.


El término Holoceno significa algo así como “totalmente reciente”, como era geológica, habría comenzado hace unos 10.000 años atrás, pero es una época que no está muy clara, según algunos científicos es un interglaciar del Pleistoceno. La característica más relevante de esta época es el surgimiento de las sociedades humanas y la organización en ciudades, lo que ha sido posible gracias a la domesticación de plantas y animales.

En la actualidad se ha elaborado el término Antropoceno como aquel donde la incidencia del ser humano sobre la biosfera se hace muy fuerte y desgraciadamente no para mejorarla, sino todo lo contrario. El consumo desenfrenado ha desatado una voracidad sobre los ecosistemas que hace parecer al ser humano como un tremendo depredador que no tiene límite porque está destruyendo sus propias opciones de vida.


Mientras el ser humano se consideraba a si mismo como un microcosmos, es decir parte y reflejo del macrocosmos, había una relación armónica con la Naturaleza y su casa la Tierra. Pero de pronto comenzó a sentirse un ser especial y ver la Naturaleza ya no como la expresión de una inteligencia, sino como algo inerte que estaba allí para su uso y abuso, entonces se rompió esa relación armónica y ya no era un colaborador con el orden inteligente sino un depredador y destructor de ese orden.

Los problemas más acuciantes


Hace poco más de un año la BBC publicó una serie bajo el título de “Planeta bajo presión” en el que destacaba seis problemas considerados críticos:


  • Alimentación, en un Informe de la FAO estima que 852 millones de personas en el mundo padecieron subnutrición en el período 2000-2002. Esta cifra comprende 815 millones en los países en desarrollo, 28 millones en los países en transición y 9 millones en los países industrializados.

  • Agua, aunque hay suficiente agua en el planeta, el problema es el acceso a ella y en 2005 la estimación era que dos tercios de la población del mundo vive en zonas donde el acceso al agua es un problema.

  • Energía, según el informe de la BBC “La producción de petróleo puede llegar a su punto más alto y los suministros comenzar a decaer para 2010”

  • Cambio climático, cada año que pasa se hace más evidente que estamos asistiendo a serios trastornos climáticos.

  • Biodiversidad, el explosivo crecimiento de la población humana más el consumo sin medida está provocando una extinción de la biodiversidad. “La Lista Roja de la UICN del 2006 muestra una clara tendencia: el aumento de la pérdida de biodiversidad, no su disminución”, dijo Achim Steiner, Director General de la Unión Mundial para la Naturaleza.

  • Contaminación, el informe de la BBC dice: “Los recién nacidos muestran indicios de sustancias químicas peligrosas en sus cuerpos y se estima que 1 de cada 4 personas en todo el mundo está expuesta a concentraciones insalubres de contaminantes”

Fuera de lista el informe menciona otro problema de tremendas proporciones es el crecimiento de la población, cuando comenzó el siglo XX la cifra que se vislumbraba en el futuro y como un exceso, era 2000 millones de habitantes, finalmente en 1950 se llegó a 2.500 millones y en los próximos 40 años se duplicó, llegando en 1990 a 5.000 millones para terminar el siglo en 6.000.


Este crecimiento explosivo genera sobre todo los sistemas una presión tremenda y es un hecho que ya sucedió. La creciente población que se espera llegué a unos 9.000 millones a mediados de este siglo significa una presión cada vez mayor sobre el medio ambiente por personas que buscan lograr su supervivencia.


Además de los problemas ya mencionados encontramos otros no menores en el ámbito social como la ingobernabilidad, las pestes, los focos de guerras que se multiplican día a día, entre otros.


Aunque los noticieros dedican su tiempo en forma principal a los accidentes y a las anécdotas, los problemas más acuciantes del momento actual son más de fondo y estructurales y si podemos distinguir un denominador común es que en todos ellos está presente el ser humano, por lo tanto la raíz de estos problemas está en las personas y sociedades humanas y es allí entonces donde debemos buscar la solución sino nos estamos centrando en los efectos pero no en las causas.


Por Leonardo Santelices

Director Nacional

Nueva Acrópolis Ecuador


Nota: En Nueva Acrópolis Ecuador seguimos realizando actividades de voluntariado ecológico y social durante la pandemia.


Si te interesa conocer más de nostros y de nuestro programa de filosofía, puedes contactarnos por mail o por redes sociales.

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